
Buen día, buen día. Que la mano del Todopoderoso esté contigo en este hermoso día.
Marcos 11:23-24 dice:
«Les aseguro que si tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá. Si le dijeran a esta montaña: “Quítate de aquí y échate al mar”, así sucedería. Solo deben creer que está hecho, es lo que han pedido.»
¡Qué linda palabra! Aquí el Señor nos reta con una palabra de desafío. Nos dice: si ustedes y yo tenemos confianza, primero, en su Palabra, confiando en sus promesas; y segundo, no dudando del poder de Dios.
La duda es uno de los elementos que está matando la fe de muchos creyentes y no les deja avanzar. Dice que si ustedes tienen confianza y quitan la duda del poder de Dios, todo lo que pidan —todo lo que pidamos en oración creyendo— sucederá.
Jesús nos da una metáfora: si ustedes le dicen a esa montaña: “Quítate y échate al mar”, sucedería. Es decir, lo que ustedes digan en oración, creyendo y con fe, no dudando, para Él no hay nada imposible. Dios puede hacer que cualquier montaña de dificultad, cualquier problema que ustedes tengan, desaparezca si está en su voluntad quitarlo. Si usted ora con fe y creyendo, Él hará el milagro. Porque para Dios, no hay nada imposible.
Oremos:
Padre, gracias en esta mañana porque me das la oportunidad de abrir los ojos y contemplar tu gloria, Señor, en este hermoso día. Hoy te pido, Señor, que me ayudes a cumplir este gran desafío: quitar de mi corazón, Señor Jesús, la duda, y llenarlo de confianza en Ti. Que pueda entender que Tú tienes planes de bien para mí, para mi familia y para todos los que estamos en esta mañana escuchando este mensaje.
Señor, que podamos ser hombres y mujeres de fe, que pongamos en práctica tu Palabra, creyendo que Tú harás milagros. Lo vengo orando, Señor, por la necesidad de mi hermano y mi hermana; oro para que el cielo se abra y se derrame bendición en abundancia. Si hay algún hermano enfermo, si hay alguno que está atribulado en este momento, Padre, por la palabra que has dado, es sano, es libre. Recibe tu bendición en el nombre de Jesús.
Que tengas un lindo día y recuerda: Dios es un Dios de milagros y Él no cambia.
¡Un abrazo de bendiciones!