Santiago 1:19-20

Muy buen día en esta mañana de jueves. Que la mano de Dios te acompañe en este día que el Señor nos regala. Hoy quiero compartir contigo una palabra poderosa que encontramos en Santiago 1:19-20:

“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.”

¡Qué importante es comprender el deseo de Dios para nuestra vida! No solo debemos mantener una buena comunicación con Él, sino también desarrollar relaciones sanas y edificantes con los demás. El apóstol Santiago, con sabiduría del cielo, nos exhorta a ejercitar el arte de la escucha activa: a ser rápidos para oír y lentos para hablar.

La realidad es que, muchas veces, somos prontos para reaccionar y lentos para escuchar verdaderamente el corazón del otro. Escuchar activamente significa prestar atención, abrir el oído y el corazón, comprender antes de responder. Solo cuando escuchamos con atención nuestras palabras pueden ser justas, prudentes y llenas de gracia.

Santiago nos recuerda además que debemos ser lentos para la ira, pues la ira humana no produce la justicia que Dios desea en nuestra vida. La ira suele nacer cuando no entendemos, cuando respondemos sin reflexionar o cuando no dejamos espacio para la paz de Dios en nuestro interior.

Por eso, la invitación de la Palabra es clara: primero escucha, luego piensa, y solo después habla. Permite que el Espíritu Santo moldee tu carácter para ser un canal de bendición, evitando discusiones innecesarias y buscando siempre la paz y la edificación mutua.

Oración:
Padre celestial, gracias por darme la oportunidad de abrir mis ojos y contemplar tu bondad en este nuevo día. Te ruego que me ayudes a ser alguien que escucha activamente, que habla con sabiduría y que mantiene su corazón libre de ira. Dame dominio propio, humildad y paciencia, para que mis palabras siempre edifiquen y nunca destruyan. Que mi comunicación sea un reflejo de tu amor y de tu justicia.
Amén.

Recuerda: las buenas relaciones y la comunicación saludable son claves para el éxito y la bendición en todas las áreas de tu vida. ¡Que Dios te bendiga y te conceda un día lleno de paz y sabiduría!